Carta d'Amor II

I aquesta és en castellà i ha sigut finalista en el concurs de Cartes d'Amor de Calafell 2009, el proper mes de juny esperem veure'la publicada.

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Amor de chocolate

Debo reconocerlo, mi amor de chocolate, sin tus susurros no se levantan mis mañanas. Jamás me imagine llorándote. Recuerdas? Te grite que no te necesitaba… Menuda ironía! Ahora mi corazón te reclama, te busca y no te encuentra… Sabes? Se esta quebrando, ya casi no me habla y yo casi no lo escucho. Se ha olvidado de soñar y los dos juntos hemos recurrido al diccionario para encontrar la ilusión.
No te pido que vuelvas, quizá mi corazón no se lo merece pero ayer encontré en un rincón del viejo cajón, abandonada y escondida, a la frágil esperanza y me pidió con un susurro que te preguntara por donde andas ahora. Quería saber si sigues usando la misma fragancia, quería saber si sigues sonriendo a los niños que enloquecidos descubren la vida, quería saber si sigues echándote tres cucharaditas de azúcar en el café…
Le he dicho a la frágil esperanza que quizás andas muy liado y no puedes contestarnos, pero ella me ha dicho que esperará en el fondo del cajón… No se muy bien porque pero esta convencida de que contestaras nuestra carta. Yo no lo veo tan claro.
Aun no he colgado el cuadrito que se descolgó de la pared cuando cerraste de un portazo al marcharte, aun no he vaciado tu librería, volverás algún día para recoger tus libros cargados de poesías? Hay tantas cosas que parecen pegadas en la casa, tantas cosas que todas cuentan una historia, nuestra historia. Duermen durante el día y gritan por la noche cuando me enrollo en las sabanas que ayer cubrieron nuestros sueños y nuestras fantasías. Parecía tan ancha y cómoda la cama el primer día que te marchaste cargado con tus grises palabras… Y justo cuando tu calor se fue de ella, se volvió frío e incomodo tanto espacio sin llenar.
Ahora que te escribo mientras intento escuchar mi corazón que sigue apagado, callado y sin sueños, me doy cuenta que el viejo cajón esta más abierto que hace un rato, me seco los ojos cansados de tardes tristes y voy a ver que pasa.
Disculpa un segundo…
Creo que no tiene sentido seguir con estas letras perdidas en nuestra última carta ya que mi frágil esperanza ha decidido dejar espacio al olvido, el viejo cajón esta vacío y no la encuentro en casa. Lo hacia por ella. Quería ver como salía sin miedo de la oscuridad pero es demasiado tarde.
Toda la casa huele a olvido.
Cerrare el viejo cajón, me acostumbrare al nuevo perfume que inunda mis entrañas y me acostare en el espacio vacío de la cama que acarició nuestra historia.