Los niños muertos por Joan Ollé

Aquest escrit ja fa temps que va sortir a la premsa i ahir el vaig trobar en el fons d´un calaix, el recordava perfectament i tot i així em va tornar a impactar. Crec que no tè que acabar en un calaix així que aquí el teniu...

Los niños muertos

Perdonad que os molestemos.

Somos los niños muertos.

Yo, el del Líbano. He salido muy guapo en la foto, al lado de un anuncio en colores de cruceros por mares de ensueño. Alguien me sostiene en brazos y se diría que duermo. Soy la evidencia de la eficacia de un pueblo bíblico nacido para la guerra. No hay más tierra prometida que mi tumba.

Yo, el de la piscina municipal. Mientras mis padres reían o hablaban por teléfono, yo tuve la mala idea de bucear hacia el origen. Mis iniciales han salido en un breve y han clausurado las instalaciones. En el pueblo no se habla de otra cosa.

Yo, el del cráneo partido por la sartén, lanzado contra la pared, la mancha del asfalto caída de un tercer piso. Y la culpa es mía: Aunque veas cómo se insultan y pegan no se debe llorar desconsoladamente cuando tu casa es de alcohol y miseria. Esta pareja con la cara borrada y esposados, ayer aún eran mis padres.Ya lo veis, están desechos.

Yo, el del contenedor. No tuve la suerte del clochard o basurero atento que, aún con vida, te conduce al ambulatorio, donde todos se te disputan y quieren prestarte su nombre. Disculpadme: me abría encantado ser una nota alegre en la prensa.

Yo, un clásico, el del hambre, el sida...Los ojos enormes que llevan años mirándote mientras bajas la vista. Mi última imagen es una puesta de sol sobre un río sucio. Después, mucho sueño, un grito de mujer y el silencio en el que ahora vivo. Mi nombre es Demagogia. Nos contamos por miles. Decís que muere uno de nosotros cada cuatro segundos. Ya ni somos noticia.

¿ Por qué no quieren jugar con nosotros vuestros hijos?

Joan Ollé